Haciendo la calle con Garry Winogrand

Fotógrafo-devorador insaciable, no sabemos si era mayor consumidor de película fotográfica o de momentos de celebración vital. Probablemente lo segundo para él era imprescindible, con o sin cámara de fotos. Solemos relacionar la fotografía de calle con imágenes anecdóticas y en muchos casos cargadas de sentido del humor. Casi como en un ejercicio de recolección, el fotógrafo se ha de convertir en cazador de aquellos instantes que al ojo humano, a veces perezoso, se le escapan. Sería injusto simplificar la obra de Winogrand de ese modo, ya que transciende los límites de este tipo de fotografía. Sus fotografías no son inocentes, no hay lugar para la candidez, están cargadas de una crítica feroz. Cuestiona los valores de la sociedad, la administración o el sistema norteamericanos, y lo hace de una manera precisa, pero solapada bajo un nivel formal apabullante. Es por ello que de un primer vistazo contemplamos estas fotos inofensivas, bellas y sugerentes, pero en una segunda lectura las encontramos plenas de mensaje e intención. Winogrand ha interiorizado las lecciones de sus compañeros de batalla, Robert Frank y Walker Evans, y devuelve a la fotografía un mensaje igual de comprometido, pero más irreverente y juguetón.

Introducción de Blank Paper, colectivo de siete fotógrafos surgido en España en 2003. Desde su experiencia nace Blank Paper Escuela en 2006, ofreciendo una formación fotográfica innovadora con la intención de servir de plataforma a fotógrafos emergentes.
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Los Angeles, 1980-1983
 

Fuente:

Haciendo la calle con Garry Winogrand.